'No esperamos un descenso ni un aumento brusco de casos'
- Lunes, 30 de Marzo de 2020 | País

El médico Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, forma parte del equipo de especialistas del Ministerio de Salud de la Nación que libran la batalla contra el covid-19 desde, quizás, uno de los lugares de mayor responsabilidad: el de la toma de decisiones macro, el de la definición de los lineamientos y estrategias de acción para evitar que esta pandemia sea dramática en el país.
En diálogo con la agencia DIB, Sued analizó varias aristas de la situación: los avances en cuanto a aplicación de fármacos, la evaluación del aislamiento social para frenar contagios y la relación del coronavirus con las infecciones estacionales como la influenza, que ya está empezando a circular.
–Esta semana se conoció que Argentina formará parte de un estudio en el que se probará una droga, la hidroxicloroquina, en pacientes con coronavirus. Pero también hay otros fármacos que se han probado, ¿bué efectos han tenido?
–Hay diferentes medicamentos que se pueden utilizar, pero ninguno hasta el momento ha demostrado ser eficaz. Estos medicamentos incluyen al remdesivir, que se probó para el ébola y en Sars-Cov (otro tipo de coronavirus) que parecería funcionar. Tiene una actividad antiviral, pero todavía no hay información específica en pacientes con coronavirus. En este momento se está estudiando en los Estados Unidos y cuando empiece el estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estará disponible en Argentina. El lopinavir es una medicación antigua que se usa para VHI hace un montón de tiempo, todos los infectólogos conocemos muy bien sus efectos adversos -puede dar mucha diarrea- y el problema que tiene es que genera muchas interacciones con otros medicamentos, por eso va a ser difícil usarlo en pacientes graves en terapia con covid-19. Pero ha demostrado en pacientes con Sars-Cov o Mers-Cov (otros virus de la familia del coronavirus) mayor eficacia, menor mortalidad y mayor cantidad de personas que se recuperaron bien, e incluso disminución de internaciones. Para covid-19 se hizo un estudio con 200 personas y lamentablemente no hubo grandes diferencias llamativas. Un estudio posterior muestra que se usó en pacientes muy graves, habría que revisar.
'La hidroxicloroquina –agregó Sued– es una droga se usa hace años en enfermedades virales porque afecta a los microtúbulos de la célula que son necesarios para eliminar virus. Ha tenido eficacia, pero no es 100 por ciento efectiva. Se ha utilizado en Sars-Cov y Mers-Cov, pero en covid-19 hay solo un estudio con 20 pacientes comparados con otros 16 pacientes sin esta medicación. El estudio tiene muchísimos fallos metodológicos. Ha utilizado pacientes demasiado jóvenes, demasiado sanos, por lo que la eficacia podría estar sobreestimada. En ese estudio se combinó con azitromicina (antibiótico) y eso parecería funcionar un poco mejor, pero se requiere validar esta información a largo plazo. La hidroxicloroquina produce además alteración del intervalo QT (onda en el electrocardiograma) y puede generar arritmias ventriculares o problemas graves cardiovasculares.
–A poco de terminar esta primera etapa del aislamiento social y con el incremento en número de determinaciones de laboratorio, ¿cómo se analiza la curva de contagios?
–Estamos por terminar el aislamiento y el para saber cómo será la curva hay que esperar, recién cuando termine la cuarentena vamos a poder evaluar. No esperamos un descenso brusco, pero tampoco esperamos un aumento como si no hubiéramos hecho nada, así que es probable que se mantenga en forma horizontal, y ojalá que así sea.
–¿Estamos haciendo las cosas bien en esta etapa de inicio de circulación del virus?
–Aquí lo más claro es respetar la cuarentena y evitar la socialización, tranquilizar a la sociedad, que se conozca que esto es un virus por contacto y que no es necesario estar con barbijo en la calle o con guantes. También es necesario coordinar al personal de salud para que establezcan circuitos claros de circulación para personas con síntomas respiratorios o con fiebre, por un lado, y para pacientes con otras patologías, por otro. Hay que evitar que circulen en los hospitales personas infectadas y que infecten a otros pacientes, es importante mantener las guardias separadas. Hay que remarcar que el personal con equipamiento de protección no tiene riesgo mayor, tenemos que asegurar que todo el personal de salud tenga el barbijo común, el barbijo N95 para procedimientos invasivos, las gafas,el camisolín y los guantes, que son los elementos básicos con los que tenemos que trabajar.
–¿Qué puede pasar cuando comience la circulación en conjunto de covid-19 con influenza?
–Están empezando a aparecer casos de influenza. En nuestra definición, en nuestro algoritmo descartábamos primero influenza y después realizábamos covid-19, pero a medida que la circulación se mantenga en el país vamos a tener que discutir si no tendríamos que hisopar y realizar el estudio directamente en todos los pacientes, independientemente si tienen o no tienen influenza.
–¿Tiene esperanza en la aparición de una vacuna?
–Todos quisiéramos tener una vacuna, pero los prototipos que están en marcha van a requerir mucho tiempo para su aprobación sobre todo la vacuna en base a RNA (ácido ribonucleico del virus) porque no hay vacunas genéticas en coronavirus en humanos probadas previamente, por lo que van a requerir de una fase de control para evaluar efectos adversos. Recordemos que hubo alguna vez desarrollo de vacunas que empeoran el pronóstico, para niños en los '60, para enfermedades respiratorias, para dengue, hay que estar seguro de que las vacunas sean efectivas y eso lleva ocho, diez, doce meses.