'Una segunda gestión es, para mí, un desafío personal muy grande'

  • Lunes, 09 de Diciembre de 2019 | Locales

POR EDUARDO N. CARBONI

–¿Por qué considerás que fuiste reelegido?

–La gente reconoció mucho lo que fue la gestión local en estos cuatro años. Teníamos una encuesta en la que siete de cada diez vecinos de Chacabuco aprueban la gestión. La gente eligió el camino del trabajo, del compromiso, del esfuerzo, que es lo que vio en nosotros en estos cuatro años. Eso fue lo que hizo que la gente tomara la determinación.

    

–¿El peronismo subestimó la posibilidad de que pudieras ganar las elecciones?

–En las PASO, que acá fueron reñidas, la gente vota distinto de cómo lo hace en las elecciones generales. El resultado alentó las esperanzas del peronismo; de hecho, ya tenían un gabinete armado, ya se habían distribuido los cargos. Nunca hay que contar los porotos antes de ganarlos. No sé si fue subestimar; me parece que, con razón, confiaban en que podían ganar porque habían sido apoyados por la gente. Fue válido que así pensaran porque si se sumaban los votos que Ricardo Ciminelli y Martín Carnaghi obtuvieron en las PASO, se sobrepasaba la cantidad de votos nuestros. Era válido que estuviesen contentos y pensaran en un gobierno para los próximos cuatro años, alineados Nación, Provincia y Municipio. Pero la gente decidió votar de otra manera y tomó la determinación de seguir apoyando la transformación que estamos realizando en Chacabuco. 

–Ahora se viene la gestión de la que tanto se habló, con los gobiernos nacional y provincial de otro color político, ¿cuáles son los objetivos principales en esta segunda etapa?

–Estamos trabajando, primero, en la profesionalización de muchas áreas, y después en hacer una ciudad que vaya encaminada hacia la ciudad modelo que pretendemos. Una ciudad ordenada, limpia; con un Hospital que siga creciendo, con la terapia Intensiva nueva y el Hospital Materno Infantil. Hay un montón de cosas que queremos seguir haciendo, como desarrollar el polo universitario, en el que estamos trabajando con Rubén Cruz. Verdaderamente, estamos muy contentos de poder tener esta segunda oportunidad, para mí es un desafío personal muy grande. Una segunda gestión hace que uno se tenga que superar a sí mismo; de ninguna manera puede decaer y tiene que sobrepasar a la anterior. En ese camino estamos.

–Convocaste a los exintendentes de Chacabuco y Julián Domínguez, Darío Golía y Mauricio Barrientos no aceptaron la invitación, ¿qué opinión te merece?

–Nosotros hicimos la invitación porque pensamos que Chacabuco se merece que entre los intendentes hablemos y pensemos el Chacabuco que queremos. El doctor (Horacio) Recalde vino, el ingeniero (Mario) Lalla vino, el contador (Héctor) Francolino, que dijo que primero estaba Chacabuco, vino. Eso habla bien de ellos; no venir habla también de quienes no lo hicieron, de la actitud. Si no quieren venir, están en todo su derecho, después será la población la que evaluará la actitud.

–No pocos vecinos se sorprendieron por la declaración de la emergencia económica ya que hasta ese momento no hubo indicios de eso y hasta se hablaba de lo bien administrado que estaba el Municipio.

–La emergencia es algo que ocurre en forma bastante rápida y puede venir de un proceso de cosas. Lo que hacemos con la emergencia es decir económicamente estamos con dificultades, como las que tienen la Nación y la Provincia y cada vecino en su casa. Es como si vos estás en tu casa y le decís a tu familia estamos con complicaciones económicas, entonces vamos a reducir cosas. Vamos a tratar de cuidar cada peso porque necesitamos asegurar el pago de sueldos y aguinaldos y que las distintas estructuras del Municipio sigan funcionando adecuadamente. No estamos diciendo que a partir de esto las cosas dejan de funcionar, sino que tomamos distintas conductas para controlar el gasto de la manera más adecuada posible para tratar de mantener la buena gestión que venimos haciendo. Es hacer un sinceramiento en algunas cosas; la inflación nos terminó afectando un montón. Nuestros insumos son combustible, maquinaria, repuestos, gomas, ropa de trabajo, que aumentaron un montón, mientras que los ingresos no aumentaron en el mismo sentido, entonces tunemos que achicar el gasto.

–¿Podrán pagar el aguinaldo sin problemas?

–Venimos trabajando. Desde que estamos, siempre hemos pagado sueldo y aguinaldo sin dificultades. Hemos cumplido siempre con el trabajador municipal y es nuestra prioridad. Por eso, todo lo que ahorramos, todo lo que efectivizamos la gestión es para poder asegurar eso.

–A partir de la emergencia, ¿cómo está el diálogo con los sindicatos?

–Nos reunimos con los dos sindicatos y les planteamos la situación en la que estamos. La reducción de las horas extra, la reducción de la planta política, la suspensión de los viáticos para funcionarios hacen que podamos encaminar el Municipio y que podamos cumplir con el trabajador. Los sindicatos lo saben porque no hemos tocado áreas que son sensibles, como Salud por ejemplo, pero sí en lo que es lo administrativo y las horas extra en áreas que no son necesarias se han reducido. 

–El nuevo gabinete, ¿tendrá algunas características distintas a la del actual?

–Hay lineamientos en los que se va a seguir trabajando: levantarse temprano, acostarse tarde, trabajar mucho, comprometerse con la gestión y esforzarse diariamente son cosas que no van a cambiar. Lo que va a cambiar son los funcionarios a los que no reemplazamos porque hayan hecho las cosas mal, simplemente queremos otro tipo de gestión, agilizar algunos procesos, profesionalizar la áreas, entonces necesitamos dar un vuelco distinto. Y también porque cuando un funcionario que está cuatro años en la misma gestión, a veces se producen ciertos desgastes, ciertos roces y ciertas cosas que hacen que necesitemos oxigenar la gestión. Para mí, es complejo seguir manteniendo algunas estructuras en las que han dado todo. Cuando uno da todo, no se le puede seguir pidiendo más; alguno siguen y otros no. Me parece que es sano. Tengo secretarios a los que he corrido y son excelentes, me siento reseguro con ellos, pero los he corrido para que se oxigenen, para que descansen, para que estén prontos para una nueva función. A los funcionarios hay que cuidarlos y ese cuidado debe hacerlo el intendente. En la mesa en la que se reúne el Gabinete cada uno tiene su lugar, es como la mesa de una gran familia. Cuando te sentás con un gabinete nuevo todavía no los conocés bien, pero sabemos que la gente que hemos elegido tiene mucho compromiso, que sabe de qué se trata, ninguno es un paracaidista y saben que vienen a una gestión que, como yo digo, es un auto que va a 200 km por hora y no para. 

Compromiso y ganas

'Entonces, hay que tener compromiso y ganas –continúa diciendo Aiola–; yo soy muy exigente conmigo y con los demás, entonces esas cosas tienen un peso importante. Mi primer gabinete, de 2015 en adelante, nunca va a tener comparación con nada porque fue un momento histórico, lo de 2015 fue algo épico, ganamos una elección que parecía imposible, entramos a la Municipalidad sin saber cómo eran los mecanismos, éramos primerizos, hablando como pediatra. No sabíamos dónde estaban las cosas y la verdad que con mucho esfuerzo, espalda con espalda, logramos transformar Chacabuco, así que ese gabinete tiene para mí mucho sentimiento emocional y es como una joya. Pero eso ya está, en la vida uno a veces tiene que pasar a otras etapas y en la gestión se debe tratar de buscar lo mejor para la sociedad. La gente me dice ¿estás loco?, ganaste la elección con 18.500 votos y vas a cambiar el Gabinete, ¿te querés complicar la vida? Y sí…, a mí me gusta complicarme la vida (risas). Me gustan los nuevos desafíos, me gusta armar equipos. Cada uno de los que se fue de la gestión, que se va a renovar el 10, sé que entregó mucho, pero también se lleva mucho de acá: trabajo en equipo, manejar un Ejecutivo, manejar el personal, manejar los medios. Han tenido un gran aprendizaje; hemos aprendido, porque en realidad yo no les enseñé nada. Hemos aprendido mucho todos juntos y eso sirve para toda la vida. Hemos hecho historia en Chacabuco, en un montón de cosas, y a eso no nos los saca nadie. Cada uno que se va del Gabinete anterior lo hace ganando, se va con el apoyo de la población que nos votó en las urnas. A veces el dirigente, el referente o el líder político toma conductas que algunos no entienden, pero con el tiempo la gente va entendiendo hacia dónde va uno, qué es lo que quiere. Así que estoy muy contento y con ganas de empezar a trabajar nuevamente. En realidad, nunca hemos parado. Ganamos la elección y al otro día estuvimos de nuevo, a las seis media, trabajando. Casi ni festejamos, al día siguiente había que volver a la responsabilidad de que funcione el Municipio. Ha sido un error no habernos dado lugar para disfrutar de cosas que nos pasaron, quizás lo disfrutemos cuando pase un tiempo y recordemos todo lo que hicimos'.

–Desde 1983, casi todos los presidentes dejaron su cargo con un marcado desprestigio y no pudieron volver a los primeros planos. Con Cristina Fernández no ocurrió eso y Mauricio Macri deja el Gobierno con mucho más apoyo popular del que se le presagiaba, teniendo en cuenta esto último, ¿cómo seguirá la experiencia de Cambiemos?

–Desde Marcelo T. de Alvear, no hubo un presidente no peronista que haya terminado su mandato y Mauricio Macri lo ha logrado, o lo ha logrado la democracia en nuestro país y es el primer punto que considero importante. El apoyo también fue importante, ahora habrá que ver de acá a en adelante si sabremos mantener ese 40 por ciento de apoyo de la población que se logró y si existe vocación suficiente de poder en todos los que integran el espacio para trabajar desde el primer día, para volver al gobierno. El peronismo puede ser criticado por un montón de cosas, como cualquier otro partido político, pero cuando pierde, al día siguiente está trabajando para volver. Tiene ambición de poder, es un partido del poder que quiere gobernar. Trabajan para eso y lo saben hacer. Les ha pasado muchas veces a los radicales que cuando se pierde una elección cada uno sigue con sus ocupaciones, se tarda un tiempo para empezar a trabajar `para volver. Lo que hay que hacer en Juntos para el Cambio es trabajar fuertemente para que seamos nuevamente una opción para la población. La Argentina está pasando por un momento complejo, difícil. Alberto Fernández todavía no asumió y debemos acompañar con mucha responsabilidad a este gobierno que fue elegido por el pueblo, marcándole los errores con una buena oposición, una oposición responsable, constructiva, que trata de facilitarle las herramientas para que pueda gobernar. Pero también marcar cada una de las cosas que hay que marcar y ser custodios no solo del 40 por ciento de los votos, sino del todo el pueblo argentino. Como oposición, a nivel nacional y provincial, tenemos que custodiar que las cosas se hagan bien, pero tenemos la responsabilidad de acompañar.

–¿Y qué esperás de la oposición peronista en Chacabuco?

–He cometido el error de no tener mucho diálogo con la oposición y hoy me parece que es necesario hablar, que la política se basa en el consenso y en el diálogo, y es lo que estoy haciendo. Pido disculpas si no he tenido un trato fluido con la oposición, pero muchas veces he sido muy agredido por la oposición. A veces por sus principales figuras, y otras por las segundas, terceras o cuartas líneas. Fue lo que me salió, cuando a uno lo ofenden y le dicen cosas, es muy complicado sentarse a charlar. Los dos primeros años de la gestión fueron muy difíciles para mí, por la agresividad continua que hubo. Hoy las cosas cambiaron, yo he madurado y hemos madurado mucho todos, en esta democracia joven. Yo me voy a prestar al diálogo, voy a trabajar y voy a construir el diálogo político con todas las instituciones y también con los partidos de la oposición. Pero a veces uno invita a reunirse y charlar de temas y no vienen. Hablan de que no hay diálogo y cuando se abre, no vienen. Dicen 'hace cuatro años nos gritaba y nos decía cosas', bueno, ya está, ya pasó. Ofrecí las disculpas por no haber tenido un trato más cercano, hoy estamos en una etapa distinta de diálogo que se tiene que dar a nivel local.