Chacabuquense nos cuenta su experiencia desde China
- Sabado, 26 de Junio de 2021 | Locales

A casi 20.000 kilómetros de Chacabuco, Cecilia Catacata, una joven oriunda de nuestra ciudad vive y construye su futuro en Beijing, la capital de China, a donde llegó por una beca y decidió quedarse.
'Vivo mucho mejor que cuando estaba allá', comentó la exvecina, que llegó al país oriental hace cuatro años. Antes de eso, vivía en La Plata, donde estudiaba Traductorado de Inglés.
'Con el tiempo, la carrera fue decepcionándome, porque veía que el mercado laboral que se me abría no era lo que esperaba, porque me gustaba mucho la educación, y como estudiante de Traductorado no tenía materias pedagógicas que me permitieran ser profesora', expresó. Además, como debía trabajar para sostenerse, la terminación de la carrera se iba alargando en el tiempo.
Fue en esas circunstancias en que, como 'una curiosidad', dijo, decidió comenzar a estudiar el idioma chino.
'Era feliz estudiando chino'
'Era algo que me motivaba, y me fue gustando.?Además, me empezaron a invitar para participar en eventos de danza y canto chinos, y yo iba. Así que era feliz estudiando chino como curiosidad, y sin darme cuenta se fue volviendo una pasión', contó.
Un día, la directora del instituto en el que estudiaba la escuchó cantar por los pasillos y la invitó a participar en un concurso de canto en chino. Luego de algunas dudas, decidió inscribirse y luego se superar varias etapas obtuvo el primer puesto, que tuvo como premio una beca para vivir en China durante un año.
Desde el momento en que se confirmó que iba a viajar a ese país, comenzó a preguntarse por qué no quedarse más tiempo.
'Decidí apostar a todo o nada y vine con esa ilusión de quedarme. No fue fácil, porque llegué con 28 o 29 años, y a esa edad los chicos de acá ya tienen familia, o están haciendo un master o un doctorado, y yo llegaba con mi valijita a buscar un título de grado', dijo Cecilia, y señaló que tiene a favor poner 'mucho esfuerzo' en todo lo que hace.
Actualmente, trabaja como traductora de chino, español e inglés, además de dar clases, y estudia Comercio?Exterior.
'O sea que hago lo mismo que cuando estaba en Argentina, trabajar y estudiar, pero vivo mucho mejor que cuando estaba allá. Me gusta decir que veo la luz al final del camino, porque veo que cuando me reciba voy a tener chances de encontrar trabajo. En eso sigo el ejemplo de mis amigos argentinos que están acá y de mi novio, que es español, porque ellos tienen trabajo y se pudieron quedar. Seguramente, el día de mañana, cuando me reciba, yo también voy a poder quedarme', afirmó.
'Se vive bien'
Además de ver oportunidades de futuro, la joven chacabuquense siente que en China 'se vive bien' en muchos aspectos, entre ellos la seguridad.
'Es un país súper seguro, donde no hay gente armada por la calle, y ni siquiera se puede llevar un cuchillo en el subte.?El tema de la inseguridad siempre me tuvo mal en?Argentina, porque pasé de Chacabuco a estar en una ciudad grande, donde me intentaron robar varias veces. Así que a ese tema lo veo muy valioso. Lo que pasa es que en la Argentina naturalizamos muchas cosas que no deberían serlo. Por ejemplo, terminar una cena en la casa de una amiga, subirte a un taxi y que ella te diga 'avisame cuando llegás'. No es así, todos deberían llegar bien a su casa', dijo.
'Así que este es un país seguro, con oportunidades laborales y también tiene la comodidad del día a día en la tecnología, el delivery y hasta el subte. Yo vivo fuera del quinto anillo de Beijing, que es una ciudad inmensa, que va camino al séptimo anillo. Entonces, me tomo el subte en hora pico, a la mañana, para ir a la universidad, que está en el segundo anillo, y cada un minuto pasa una formación. Eso es impagable', completó.
Cecilia viene compartiendo su experiencia en aquel lejano país a través de una cuenta en?Instagram que se llama Cecienchina.
'Empecé a hacerlo porque mucha gente me escribía preguntándome cosas', expresó en la despedida, y agregó que los miércoles, además, dedica un espacio a la enseñanza del idioma.
'Estoy fascinada de la gente que se va sumando día a día. Es una situación que nunca imaginé', afirmó.
Mujeres y diversidad
Cecilia Catacata comentó que China no es ajena a los cambios que se están dando en el mundo en relación a temas como la diversidad sexual y los derechos de las mujeres.
'Observándolo desde un punto de vista más occidental, sé que hay mucho para mejorar, pero he visto cambios', dijo, y señaló que se debe tener en cuenta la cultura milenaria china y los mandatos familiares que existen, como aquel que indica que debe buscarse un hijo varón para que el apellido perdure.
Asimismo, siguen existiendo prejuicios hacia la homosexualidad, pero no muy distintos a los que existen en otros países.
'Se extraña demasiado'
'Los asiáticos son un poco más distantes –contó la exvecina–. Acá las relaciones interpersonales son diferentes y cuesta un poco más meterse, por ejemplo, en un círculo de amigos. Sin ir más lejos, yo voy todos los días a la universidad y mis compañeros no me han incluido en ningún grupo. No tiene que ver con que sean malos, porque tampoco me gusta dar ese mensaje, sino porque es una cultura diferente. Para entrar en un círculo de amigos te tienen que conocer demasiado. Lo mismo para integrarte a una familia. Nunca pasaría que una amiga me diga 'vení a mi casa que mamá está cocinando algo'. Eso, que es muy del argentino, acá no existe, y se extraña demasiado. También extraño mucho la comida, y eso que hay platos chinos que me encantan'.
