"En España se tardó mucho en tomar medidas"

  • Lunes, 06 de Abril de 2020 | Deporte Local

Entrevistado por el diario Democracia, de Junín, Luciano Pierce relató su experiencia con respecto a la pandemia. 

Radicado en Santa Eulalia del Río –un municipio de la comunidad autónoma de las Islas Baleares, situado en la parte oriental de la isla de Ibiza– tras su fichaje en el club Peña Deportiva de Ibiza, de la Segunda división B de España, el defensor oriundo de nuestra ciudad hizo un rápido repaso sobre su llegada al fútbol de Europa y dio su visión sobre lo que hoy está sucediendo.

–Por suerte todo se te está dando rápido.

–Se me dio esto en España y me cambió la vida. Me llamó mi representante un jueves diciéndome que el sábado ya tenía que viajar, ¡increíble! Esta posibilidad me devolvió las ganas de jugar y así llegué, primero al Lanzarote, de Islas Canarias; y después al Peña Deportiva, que es donde hoy estoy, en Ibiza. Fue todo muy rápido, una locura. 

–¿Qué podés contar del Peña Deportiva?

–Es un club en el que hay cosas que todavía son amateur. El objetivo principal es mantener la categoría. Lo estábamos logrando, pero llegó la suspensión. Nos faltan jugar diez fechas. Jugamos en la segunda división B, que para nosotros sería la tercera categoría. Desde lo grupal, el objetivo es ese, y desde lo personal, llegué con ilusión de hacer las cosas bien, jugar y poder mostrarme. Es una gran vidriera porque jugamos contra las filiales de clubes importantes, como el Real Madrid, Castilla, el Celta B, Getafe B.

–Entonces, este parate te agarró en un buen momento. ¿Cómo venís llevando las restricciones por la pandemia?

–Acá se tardó mucho en tomar medidas. No sé por qué, porque muy cerca está Italia y ahí ya todos decían que la situación era grave. Cuando en Italia ya no se podía salir a la calle, nosotros odíamos circular. Y estamos a tres horas de viaje. En Argentina, por suerte, creo que hicieron bien.

–¿Sentiste miedo en algún momento?

–No; la verdad es que se fue dando todo muy lento. Al principio nos decían que era difícil que nos afecte. Después las cosas fueron cambiando, se agravó la situación y se paró todo. Uno quiere que esto se solucione lo antes posible, que pase pronto. Acá, por suerte, todavía no hay muchos casos, pero si se llegan a dar, vamos a estar complicados porque ya dijeron que no hay muchos médicos. Por ahora lo están controlando bien.

–¿Cómo llevás el día a día?

–Estoy en una casa que compartimos con compañeros del equipo, es una casa grande y nos dieron un plan de entrenamiento. Falta la motivación de jugar, pero lo tenemos que hacer para mantenernos. Como en todos lados, acá también se habla de achicar el torneo, de terminarlo antes y eso también nos juega en contra. Es una situación complicada, pero hay que estar tranquilos y esperar a que todo pase. 

–¿Qué recaudos tomás?

–A través del club nos hacen controles todos los días. Tenemos un profesor y una nutricionista que están continuamente con nosotros. Después, tenemos que completar una planilla diaria, con lo que hicimos, lo que comimos, el tiempo que dormimos y lo que pesamos cada día. Obviamente, si tuviéramos algún síntoma, se detectaría rápido.

–¿Cuál es tu mirada sobre lo que está pasando?

–Se fue haciendo todo cada vez más grave. Al principio las noticias solo hablaban de China, pero después se fue complicando. Me iba enterando del avance, todos los días había más casos, hasta que hace poco acá murieron 900 en un día. Algo increíble. Acá por suerte estamos un poco más tranquilos. Estoy bien y también tranquilo, porque mi familia en Chacabuco también está bien. Estoy en contacto permanente con ellos y con mi hermano que está jugando en Rumania. 

–Pensás, entonces, con que en España las medidas se tomaron tarde.

–Sí, lamentablemente fue así. En los últimos partidos, cuando jugábamos como visitantes, viajábamos y en los aeropuertos había mucha gente con barbijos porque se sabía que ya había muchos casos de coronavirus. Como viajábamos nosotros, había cincuenta equipos más que estaban viajando. Llegó un momento en que la situación no daba para más porque nadie quería jugar.


Leo, en el Petrolul

Michael Lionel Pierce. el hermano de Luciano, se encuentra en idénticas condiciones, pero en la ciudad rumana de Ploiesti. Llegó allí en enero de éste año, luego de ser transferido del FC Botosani , de la primera división, al Petrolul Ploiesti, que actualmente pertenece a la segunda categoría de Rumania.

Leo, que es el único argentino en la plantilla, es titular en su nuevo equipo, el cual hasta el receso obligado por la pandemia se ubicaba en el cuarto lugar de la tabla de posiciones, en la zona de promoción para buscar el segundo ascenso a la Primera.