La transmisión del mando entre Macri y Fernández aún no está acordada

  • Lunes, 11 de Noviembre de 2019 | País

La Casa Rosada propone una ceremonia basada en las asunciones de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, y teme que el presidente electo cambie ese formato y le conceda protagonismo a Cristina Fernández.

Mauricio Macri ya tiene un proyecto de transmisión del mando presidencial que intenta ofrecer a Alberto Fernández, para avanzar sin obstáculos hacia la ceremonia del 10 de diciembre.

El Presidente fue asesorado por la Oficina de Ceremonial y Protocolo de la Casa Rosada y su deseo político es que Alberto Fernández acepte sus recomendaciones para cumplir con los ritos de la entrega de la banda y el bastón presidencial.

Sin embargo, faltan 30 días para la transmisión del mando y aún no hay acuerdo entre la administración de Cambiemos y el Frente de Todos para la ceremonia de la entrega del mando.

En la Casa Rosada temen que Fernández no convalide un formato tradicional de transmisión del mando para otorgarle un lugar de privilegio a Cristina Fernández  en la última ceremonia oficial protagonizada por Macri.

A pedido del secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, se elaboró un borrador de asunción presidencial que se basó en las experiencias históricas de los presidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa.

Alfonsín se fue antes de término y Menem no pudo reformar la Constitución para lograr la rerrelección presidencial. Sin embargo, los dos jefes de Estado –uno era radical y el otro peronista– cumplieron con los ritos de entrega del mando y no complicaron la ceremonia institucional.

La peor transmisión del mando ocurrió cuando Cristina Fernandez y Mauricio Macri no se pusieron de acuerdo y la entonces presidente decidió partir al sur en lugar de permanecer en Balcarce 50 para entregar los atributos del poder.

En la Casa Rosada sostienen que CFK no cumplió con las negociaciones previas, mientras que en Puerto Madero –adonde están ahora las oficinas de Alberto Fernández– aseguran que Macri quebró los términos del acuerdo y por eso fracaso la ceremonia en 2015.

En este contexto, se observa cierta preocupación en las cercanías del Presidente respecto del desenlace de su gobierno y el comienzo de la administración peronista. Macri pretende una ceremonia sencilla y tradicional, acorde a lo sucedido cuando Menem y De la Rúa se hicieron cargo de Balcarce 50.

El gobierno de Alfonsín había implosionado por la crisis económica, el ataque a la Tablada y la presión de las Fuerzas Armadas, y con Menem acordó adelantar cinco meses la entrega del poder.

Alfonsín y Menem se respetaban en términos políticos, y la ceremonia fue tradicional: el presidente peronista recibió el bastón y la banda del expresidente radical y luego lo acompañó hasta la salida de la Casa Rosada.

Menem es el presidente que más tiempo estuvo en el poder (diez años y seis meses), y entregó el bastón y la banda con resignación. Soñaba con un tercer mandato consecutivo que la irrupción de la Alianza no permitió en 1997. Dos años más tarde, el líder peronista entregó el mando a Fernando de la Rúa.

Pese a su frustración personal, Menem avaló una transición del poder ordenada y entregó la banda y el bastón presidencial en una corta ceremonia en el Salón Blanco. De la Rúa acompañó al expresidente peronista hasta la explanada de Balcarce 50 y luego regresó para la jura de sus ministros.