Otro ministro se refugió en la embajada argentina en Bolivia

  • Martes, 12 de Noviembre de 2019 | Mundo

Un nuevo integrante del gabinete de Evo Morales se refugió en la embajada argentina en Bolivia. Según confirmaron fuentes oficiales, se trata de Mariana Prado Noya, ministra de Planificación del Desarrollo del vecino país los últimos tres años. Así, al igual que el exministro de gobierno, Carlos Romero, que se encuentra en la sede argentina en La Paz desde el domingo a la noche, Prado Noya buscó protección ante "eventuales represalias" luego de la renuncia del Presidente .

Prado Noya, que renunció el domingo a su cargo, llegó a la embajada en horas de la tarde de ayer. Hasta el momento ningún otro funcionario de Morales solicitó asilo en la sede diplomática argentina, que lidera el embajador Normando Álvarez García.

Al igual que Romero, Prado Noya hizo el pedido formal. "Romero pidió ponerse a seguro dentro de la embajada", confirmaron altas fuentes de la cancillería argentina, y explicaron que de acuerdo a la "tradición de hospitalidad" con los países vecinos se le concedió un lugar, aunque técnicamente no se trata de un asilo.

"Para que ello ocurra, tiene que haber una contraparte que lo solicite, y eso no sucedió", contó un jerárquico de la Cancillería, que no descartó que otros dirigentes del partido oficialista MAS o del gobierno de Morales puedan sumarse con un pedido similar.

Desde la Cancillería también aclararon que la situación de Romero "será evaluada" con el correr de las horas y que en breve se definirá si pasa a condición de asilado político.

En tanto, Mauricio Macri encabezó ayer una reunión de gabinete, en el que la renuncia de Evo Morales fue el tema central. "Está muy preocupado por la desestabilización de la región", afirmó un miembro del gabinete que estuvo en la reunión. El jefe de Estado conversó durante el fin de semana con varios "presidentes de la región", y lo mismo hizo Faurie con los cancilleres, afirmaron fuentes del Gobierno.

En la conferencia de prensa posterior, Faurie dejó una vez más en claro la postura oficial: reiteró que para el Gobierno no se trata de un golpe de Estado y afirmó que la democracia en Bolivia tiene las herramientas para lograr una salida institucional al conflicto sin violencia. 

"El MAS tiene mayoría en la Asamblea Legislativa, con designar a un dirigente no irritativo para la oposición por 90 días alcanzaría para descomprimir", conjeturan fuentes oficiales del gobierno argentino.