El gol anulado a River en el Superclásico del domingo ante Boca dejó mucha tela que cortar y este martes, en medio las polémicas y las lecturas cruzadas, AFA confirmó la implementación de la tecnología goal line para las semifinales de la Copa de la Liga. Esta herramienta, utilizada por FIFA y Conmebol en sus competiciones -entre ellas la Copa Libertadores y Sudamericana, aunque no en todos los partidos-, posibilitaría saber si la pelota cruzó en su totalidad la línea de meta o si una infracción ocurrió dentro o fuera del área.
En el Boca-Estudiantes de Córdoba y el Vélez-Argentinos de San Nicolás se colocarán cámaras a la altura de la línea de gol en ambos arcos para aportar mayor evidencia en jugadas controversiales y milimétricas, teniendo en cuenta que con las del VAR no eran suficientes. Las mismas tomarán toda el área hasta la red del arco, sin abrir ni cerrar planos.
Esta tecnología goal line será de gran ayuda y reducirá el margen de error de los árbitros, aunque no despejará todas las dudas, ya que no es el Ojo de Halcón que se utiliza en la Premier League (hay siete cámaras en cada arco) y tampoco el «goalref», que consta de una pelota con un microchip en su interior que interactúa directamente con un dispositivo magnético instalado detrás de los arcos que genera una especie de cortina de onda debajo de los tres palos.Si la pelota inteligente pasa la línea, el reloj que debe llevar puesto el juez se prenderá afianzando lo que pasó, a través de un simple aviso: “Goal” o «No Goal». Esta implementación, al igual que la primera, es muy costosa para el fútbol argentino.
Los costos de la tecnología goal line
Plantar otras dos cámaras a la altura de las líneas de meta y utilizarlas para revisar acciones polémicas le costará a AFA 914.760 pesos por partido (756.000 + IVA). Es decir, 1.829.520 ambas semifinales. Hasta el momento, no hay confirmación sobre si este sistema también dirá presente en la gran final en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero.