La decisión de reducir su fuerza laboral en un 5%, equivalente a 8.000 de sus 164.000 empleados, llega en un contexto de caída en los precios de las materias primas y una disminución drástica de sus ganancias. Aunque la empresa no ha detallado cómo afectará a sus operaciones en Argentina, se rumorea una reducción del 30% de su personal, principalmente en niveles gerenciales y mandos medios.
Cargill tiene una fuerte presencia en el país, con más de 40 plantas de acopio y operaciones en 60 localidades. En Santa Fe, por ejemplo, opera plantas de procesamiento de oleaginosas en San Martín y Villa Gobernador Gálvez, terminales portuarias en Puerto General San Martín y Punta Alvear, y acopios en Venado Tuerto, entre otras instalaciones.
Según reportan medios internacionales y locales, la empresa justificó esta medida como parte de una estrategia para optimizar sus operaciones y adaptarse a mercados en constante cambio. En un comunicado, describieron la decisión como «difícil pero necesaria» para cumplir sus objetivos a largo plazo y seguir alimentando al mundo.
Contexto financiero
La reestructuración está motivada por una importante caída financiera. Durante el año fiscal 2024, los ingresos de Cargill se redujeron a 160.000 millones de dólares, un 10% menos que los 177.000 millones registrados el año anterior.
