Chacabuquenses y bragadenses se encontraron bajo el álamo Carolina

A pesar del frío de ayer a la mañana, la recorrida Los Caminos de Haroldo contó con muchos participantes. Más de 60 de ellos lo hicieron en bicicleta. Realizando un trayecto que se extendió desde el lugar de partida, que fue la Casa de la Cultura, hasta el lugar en que se encuentra el álamo Carolina, al que Haroldo Conti dedicó uno de sus cuentos.
Los Caminos de Haroldo se viene realizando desde hace más de una década, siempre en una fecha cercana al 25 de mayo, que es el día en el que el escritor chacabuquense desaparecido hubiera cumplido años. La organización está a cargo de la Asociación de Amigos de Haroldo Conti, con la colaboración del área de Cultura municipal.
Ayer, antes de emprender el camino hacia el álamo, un grupo de participantes que se trasladaba en autos pasó por lugares de nuestra ciudad que fueron significativos en la vida y la obra de Conti. Posteriormente, tomaron por el camino ancho a Bragado rumbo al álamo Carolina, que se encuentra unos kilómetros más allá del puente de Santa Rosa, que es el que delimita a Chacabuco del vecino partido.
El numeroso grupo que viajó desde Chacabuco fue aguardado en el álamo por Alfredo “Bachi” Cirigliano, propietario del campo Los Pumas, situado en las cercanías, al que Conti visitaba con frecuencia. Cirigliano y su esposa recibieron a los participantes con locro.
Además, poco después arribó al lugar Carlos “Quijote” Óssola, el atleta bragadense que años atrás corrió desde Chacabuco a Bragado para emular el relato de Haroldo sobre el tío Agustín. Esta vez, Óssola corrió desde Bragado hasta el árbol, vistiendo una camiseta con el número 14, el número que el tío de Conti, según su cuento, usaba en sus carreras.
La visita al álamo finalizó con una actuación del dúo musical Las Guitarras del Monte.