El gobierno nacional anunció ayer la privatización del Ferrocarril Belgrano Cargas, en el marco de una conferencia de prensa encabezada por el vocero presidencial Manuel Adorni.
“Producto de la Ley de Bases se procederá a privatizar la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística SA en lo que será la primera privatización de una empresa ferroviaria desde que asumió la administración de Javier Milei”, dijo el funcionario nacional.
Según Adorni, en 2024 “el Estado puso 112 millones de dólares en esta empresa” con “dinero que salió de cada uno de nosotros, de todos los argentinos”.
“Para dimensionar el deficiente estado del sistema ferroviario argentino de cargas, la distancia media transportada hoy es de 500 kilómetros y es exactamente la misma distancia media que se transportaba hace 50 años en la República Argentina”, aseguró.
Según comunicaron desde el Gobierno, el Belgrano Cargas opera 7.600 kilómetros de vías que ahora serán concesionadas a manos privadas, aunque los rieles y las tierras se mantendrán como propiedad del Estado nacional.
La privatización será llevada adelante por el titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas (dependiente del Ministerio de Economía), Diego Chaher.
El Gobierno sostiene que la empresa “en manos estatales es obscenamente deficitaria y posee una planta sobredimensionada de 4.429 personas, además de una estructura jerárquica elevada no acorde a sus funciones”.
Qué es y cómo funciona Belgrano Cargas
En junio de 2013, a través de Resolución 471/2013, el gobierno de Cristina Fernández creó Belgrano Cargas y Logística SA (BCYL SA) con el fin de «nuclear en una misma empresa las tres líneas de transporte de cargas más importantes del país»: la Línea Belgrano, la Línea San Martín y la Línea Urquiza.
En 2016, y con el propósito de darle una impronta federal, la empresa comenzó a llamarse Trenes Argentinos Cargas.
La traza ferroviaria impacta directamente en 16 provincias: CABA, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Mendoza, San Juan, San Luis y Catamarca.
La administración de la misma se realiza a través de once unidades productivas y ocho talleres propios donde se realizan las reparaciones del material rodante.
Las principales cargas, informa el Gobierno en su página web, incluyen productos agrícolas, piedra, carbón de coque, madera, minerales, metales, productos para consumo y otras eventuales.
Línea Belgrano: Debe su nombre al General Manuel Belgrano, formalmente inaugurado en 1876. A lo largo de sus primeras cinco décadas de funcionamiento la red que lo constituía se convirtió en una de las principales del país y del continente gracias a su gran influencia en el NOA y en los países limítrofes, brindando en su tiempo las únicas conexiones ferroviarias de carga con Chile y Bolivia.
Línea San Martín: En lo que hace a su condición carguera, comenzó a desarrollarse en la primera mitad del siglo XX como Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, de capitales británicos. En 1948 fue rebautizado con el nombre del prócer nacional como Ferrocarril General San Martín.
Línea Urquiza: Su origen es múltiple y en ella confluyeron distintos ramales mesopotámicos que habían adoptado la trocha de 1.435 metros, llamada universal, por ser la que predominaba en la región. Pasa por las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones y tiene tres pasos internacionales que la conectan con Brasil, Uruguay y Paraguay.