El Gobierno nacional anunció la reducción gradual de aranceles para la importación de neumáticos, una medida que busca contener la inflación y abaratar los costos para los consumidores. Sin embargo, la decisión ha generado fuerte malestar entre las empresas productoras, que alertan sobre las posibles consecuencias en el empleo y la competitividad. Esta medida afectará directamente a las tres principales plantas de neumáticos ubicadas en la provincia de Buenos Aires: FATE, Bridgestone y Pirelli.
La planta de FATE, ubicada en San Fernando, es la mayor y más moderna del país, con 40 hectáreas y más de 157.000 m² de superficie cubierta. Bridgestone opera desde Llavallol, en Lomas de Zamora, mientras que Pirelli tiene su planta en Merlo. Estas tres compañías concentran la mayor parte de la producción nacional de neumáticos y, en los últimos años, han sufrido un contexto difícil marcado por conflictos gremiales, crisis de consumo y la creciente competencia de los productos asiáticos.
Desde la Secretaría de Comercio, a cargo de Pablo Lavigne, al frente de Comercio, dicen que la baja de aranceles se hará de manera gradual en un plazo de un año, reduciendo los impuestos a la importación de neumáticos para autos y camionetas. Actualmente, los aranceles combinan un 16% del Arancel Externo Común (AEC) y un 19% extra, alcanzando un total de 35%. El Gobierno comunicó que esta medida permitirá reducir los costos para los consumidores, con la esperanza de que los precios bajen en un mercado donde cambiar las cuatro cubiertas de un vehículo puede superar los $800.000.
No obstante, según publicó Infobae, desde las plantas productoras manifestaron su preocupación. Argumentan que el elevado costo de producción y las políticas de promoción de países como China dificultan la competitividad. FATE, Bridgestone y Pirelli acumulan balances negativos este año y, en los últimos dos años, han tenido que despedir a más de 1.000 trabajadores. Bridgestone redujo su plantilla en más de 400 personas, FATE en 260, y Pirelli en más de 300.
A pesar de la intención del Gobierno de dar tiempo a las empresas para adaptarse, los empresarios temen que la apertura del mercado a productos importados profundice la crisis en el sector. Mientras Argentina reduce aranceles, países como Brasil y Estados Unidos los están aumentando para proteger sus industrias locales. La expectativa ahora es cómo se desarrollarán los próximos meses y si esta medida realmente aliviará los costos para los consumidores sin causar mayores daños a la industria nacional.