La presidente del Colegio de Farmacéuticos de Chacabuco, Mónica Vita, expresó que el precio de los medicamentos es “muy fuerte” para los pacientes, pero hasta ahora se están encontrando alternativas. Lo que no se sabe es qué pasará en el futuro, si los precios siguen aumentando. Asimismo, recordó que en la provincia de Buenos Aires sigue vigente la ley que prohíbe la venta de remedios fuera de las farmacias.
En diálogo con De Hoy, Vita defendió el rol de los farmacéuticos. “La profesión farmacéutica es muy valiosa y se puede llegar a perder en estas circunstancias”, dijo, con relación a las disposiciones nacionales que impulsan la desregulación del mercado de los medicamentos.
Luego, yendo al tema del acceso a los remedios, la farmacéutica expresó: “El impacto de los precios es muy fuerte para nuestros pacientes, porque ellos vienen con una receta en mano, con un producto determinado y los costos son altísimos”.
Vita afirmó que si bien “a veces sucede que la persona no alcanza a llegar a ese valor”, la existencia de la Ley de Genéricos permite acceder a fármacos de la misma composición que tienen valores más reducidos.
“En general, el farmacéutico, y por eso marco tanto la importancia de la profesión, tiene la capacidad de poder ayudar a que el paciente acceda a lo que el médico le receta, no cambiándole la medicación ni la droga. De esta forma, respetando lo que el médico le ha recetado, se le da al paciente un abanico de posibilidades para que no se vaya sin su medicación”, explicó.
Así funcionan las cosas hasta hoy, pero no se sabe lo que pasará en el futuro.
“Con el tiempo, el camino puede hacerse más difícil, porque si la inflación continúa, quizás se ponga peor esto y la gente no pueda llevarse el medicamento”, afirmó Vita.
Como consecuencia del aumento en los precios, lo que se ve hoy en las farmacias es que cada vez más pacientes pagan con tarjeta de crédito.
La presidente del Colegio expresó que, en este contexto económico, las farmacias deben estar muy ordenadas en sus números.
“Para brindar un buen servicio necesito tener un stock en condiciones, y hoy eso implica hacer un trabajo muy fino, porque tenemos que cumplir los plazos con las droguerías. Antes las droguerías podían esperar que una les deba uno, dos o hasta tres resúmenes semanales, y hoy no es así. Entonces, tenemos que estar al día con las droguerías y a la vez tener el stock”, afirmó.
Los más afectados son los jubilados
Vita señaló que los más afectados son los jubilados, no sólo por los aumentos, sino también porque hay medicamentos que antes no tenían que pagar, y ahora sí deben abonar diferencias, “que a veces son importantes”. Por ahora, algunos de ellos vienen atravesando la situación, ya que, como son precavidos, tienen algunas medicaciones compradas con anterioridad que les sirven de reserva.
De todas formas, el PAMI y otras obras sociales mantienen las coberturas al 100 por ciento para medicaciones destinadas al tratamiento de patologías crónicas. Lo que cambió, explicó la farmacéutica, fue en lo referido a medicamentos de otro uso, como los antiácidos o los que se toman para mejorar la circulación.
Otro cambio que hubo en estos meses se relaciona con que hay medicamentos que las obras sociales y prepagas cubren a través de un monto fijo. Lo que ha pasado es que mientras los remedios aumentaron sus precios, esos montos fijos no subieron, por lo que el afiliado debe abonar cada vez más.
El DNU que el gobierno nacional emitió en diciembre pasado establece que al frente de una farmacia no necesariamente debe estar un profesional farmacéutico. Además, permite la venta libre de ciertos medicamentos. Acerca de esto, Vita explicó que la provincia de Buenos Aires se rige con una ley que sigue vigente, la cual establece que “la venta de medicamentos en kioscos y cualquier lugar que no sea una farmacia, es ilegal”.
“Fuera de las manos del farmacéutico, el medicamento no es seguro”, insistió Vita, y señaló que en el DNU presidencial se concibe al medicamento “como una mercancía, cuando es un bien social”. Por ello, dijo, es importante defender la ley provincial, la cual “no está en todas las provincias ni en la Capital”.
“Que un medicamento sea de venta libre no quiere decir que sea un caramelo”, afirmó en el final, al tiempo en que se preguntó, “qué sentido van a tener las facultades de Farmacia” si los medicamentos se convierten en una mercancía más.
