«Si voy a ir a Argentina, es algo que todavía no está decidido. Me gustaría ir, es mi pueblo, pero aún no está decidido. Primero hay que resolver varias cosas», manifestó a la prensa en vuelo de regreso a Roma.
El Papa ofreció su habitual conferencia de prensa en vuelo con los periodistas que lo acompañaron durante la gira más extensa de su pontificado y se refirió, entre otros temas, a la realidad de los Estados Unidos, Venezuela y la guerra en Gaza, entre otros asuntos.
El sitio Vatican News ofrece la conferencia de prensa completa y la mención a la Argentina fue en respuesta a la corresponsal Elisabetta Piqué.
«¡La guerra en Gaza es demasiado! No me parece que se estén dando pasos para hacer la paz», advirtió en otro momento del diálogo ante una consulta por ese conflicto.
Harris, Trump y China
Ana Matranga, de CBS News, le preguntó «¿qué consejo puede dar a un votante católico que tiene que decidir entre un candidato que está a favor del aborto y otro que querría deportar a 11 millones de migrantes?», con referencia a los Estados Unidos.
«Ambos están en contra de la vida, tanto el que echa a los emigrantes como el que mata a los niños. Ambos están en contra de la vida», fue la contundente respuesta de Francisco.
Luego se excusó como «no votante» y explicó: «No se puede decidir, yo no puedo decir, no soy de Estados Unidos, no voy a votar allí. Pero seamos claros: tanto el no dar a los migrantes la posibilidad de trabajar como el no brindarles acogida es un pecado, es grave».
«Luego, el aborto. La ciencia dice que en el mes de la concepción están todos los órganos de un ser humano, todos. Abortar es matar a un ser humano. Te guste o no te guste la palabra, pero es matar», aseveró.
«En la moral política –acotó–, por lo general se suele decir que no votar es malo, no es bueno. Hay que votar y hay que elegir el mal menor. ¿Quién es el mal menor? ¿Esa señora o ese señor? No lo sé, que cada uno en conciencia piense y haga esto».
Más descontracturado fue el tema China, porque Francisco se mostró «contento con los diálogos» que el Vaticano lleva adelante con esa nación.
«El resultado es bueno, incluso para el nombramiento de obispos trabajamos con buena voluntad. Para mí China es una ilusión en el sentido de que me gustaría visitarla, porque es un gran país; admiro a China y la respeto. Es un país con una cultura milenaria, con una capacidad de diálogo, de entendimiento que va más allá de los diferentes sistemas de gobierno que ha tenido», expresó.
El Papa concluyó este viernes su visita por Asia y Oceanía, iniciada el pasado 2 de septiembre.