Bolsonaro insiste en reabrir las ciudades
- Martes, 23 de Junio de 2020 | Mundo

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pidió ayer a los gobernadores e intendentes que pongan fin a las medidas de distanciamiento frente a la pandemia de coronavirus, luego de que el fin de semana último el vecino país superó la barrera de 50.000 muertes por la enfermedad, y afirmó que "quizás hubo exageraciones" en el confinamiento sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Lo hizo en medio de una tormenta política que lo golpea por la detención del expolicía Fabricio Queiroz, amigo suyo y acusado de formar parte de una organización criminal de desvío de dinero público con su hijo, el senador Flavio Bolsonaro, en una red de corrupción en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro.
"Les pido a los gobernadores e intendentes que, obviamente con responsabilidad, empiecen a reabrir el comercio porque quizás hubo exageraciones en el tratamiento de esta cuestión por parte de los errores de la OMS", dijo el presidente al canal rural Agro+.
El jefe del Estado admitió que "será difícil una recuperación económica" y que el gobierno tiene límites para dar subsidios a los trabajadores informales, como lo determinó una ley del Congreso. Es que, si se terminan las emergencias por la pandemia, el gobierno federal no tendrá más obligación de pagar auxilios.
Luego de haber minimizado la enfermedad diciendo que era una gripecita, Bolsonaro insistió en que la preservación de la vida y el empleo están vinculados.
"Vida y empleo es algo completamente atado uno al otro; no se puede en lugares aislados de Brasil que el efecto colateral sea peor a la pandemia", sostuvo.
Bolsonaro se enfrentó a los gobernadores que cerraron sus actividades para contener la pandemia, lapso en el cual perdió a dos ministros de Salud.
Ayer renunció Fernando Ferry a la secretaría de Salud, el segundo desde la pandemia. El funcionario había asumido hace un mes en el contexto de la investigación por corrupción a Witzel. Un médico del Cuerpo de Bomberos, Alex Bousquet, será el nuevo secretario.
Con casi 6.000 muertos –seis veces más que en la Argentina pero con 16,5 millones de habitantes–, Río de Janeiro vivió el domingo un día de playa total, apenas con prohibición de sombrillas y de la apertura de los bares de la arena, luego del regreso parcial del fútbol en el estadio Maracaná, con el campeonato regional carioca que había sido frenado en marzo.
Según datos oficiales, del 14 al 19 de junio fueron registrados 8.718 casos, lo que hace un total de 96.000.