Chile: amplio rechazo en el plebiscito para redactar una nueva Constitución

  • Lunes, 05 de Septiembre de 2022 | Mundo

Mientras dirigentes partidarios de la aprobación admitían la derrota, el presidente Gabriel Boric convocó a referentes de su coalición para hoy, con el objeto de analizar la continuidad del proceso constitucional.

'Estamos impactados, tristes, pero reconocemos naturalmente la derrota; es una voz que habló de manera muy limpia y que hay que escuchar con humildad y agradecimiento', afirmó la presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS, partido oficialista), Flavia Torrealba.

'La Constitución de Pinochet está enterrada, el proceso sigue en marcha; vamos a una segunda etapa de esta conversación', agregó.

Asimismo, la exconvencional Bárbara Sepúlveda, del Partido Comunista, dijo que 'Chile va a tener una nueva Constitución; tarde o temprano, la decisión democrática del pueblo se va a volver a manifestar y ese proceso va a representar a las grandes mayorías'.

Vlado Mirosevic, del Partido Liberal, también reconoció la derrota del Apruebo y advirtió que 'eso no quiere decir que haya sido un rechazo al gobierno ni mucho menos al proceso de nueva Constitución'.

En cambio, el también exconvencional Rodrigo Mayorga fue menos optimista: 'Hoy se acaba el proceso constituyente que se inició en 2019; termina sin un texto, porque así lo ha decidido Chile', escribió en Twitter.

'Cualquier nuevo proceso depende ahora de nuestro Congreso, o al menos de 4/7 de sus miembros, en ellos queda ahora la responsabilidad de este momento histórico', añadió.

Mientras tanto, simpatizantes del rechazo festejaban en caravanas de autos, que habían tomado las calles de distintos sectores de la capital y de otras ciudades del país, con banderas chilenas y bocinazos.

'Este es el triunfo no de Chile Vamos, sino del sentido común', dijo el presidente de la pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI), Javier Macaya, desde uno de los comandos del rechazo.

'Más que festejo, tengo la tranquilidad de que la ciudadanía se manifestó de forma clara: Chile quiere una nueva Constitución, pero una buena Constitución', afirmó el senador Matías Walker, partidario del rechazo pese a pertenecer al Partido Demócrata Cristiano, que se alineó detrás de la aprobación.

'Tenemos una nueva oportunidad y no la podemos desaprovechar; esta noche queremos que se llame a la elección de una nueva convención que corrija los errores del pasado, no podemos repetir los errores que nos enfrentaron', dijo la senadora y expresidenta del Senado Ximena Rincón, también democristiana a favor del rechazo.

La expectativa era enorme no solo por lo trascendente de la decisión sino por el hecho de que, a diferencia de las elecciones generales –a las que suele concurrir alrededor de la mitad del padrón­–, esta vez el voto era obligatorio para los alrededor de 15 millones de ciudadanos registrados.

De hecho, el 98,43 por ciento de las mesas ya escrutadas reunía poco más de 12,82 millones de sufragios, de los que 97,87 fueron válidos y apenas 2,13 por ciento fueron nulos o en blanco.

Por ese motivo, los centros de votación fueron objeto de una concurrencia inusualmente masiva y las calles, escenario de una efervescencia pocas veces vista en jornadas electorales.

Actualmente, Chile se rige por la Constitución de 1980, sancionada durante la dictadura del general Augusto Pinochet, que tuvo una importante reforma en 2005, durante el gobierno del presidente constitucional Ricardo Lagos.

La propuesta de nueva Constitución, escrita por 154 convencionales constituyentes elegidos con la participación de los pueblos originarios, buscaba establecer en sus 388 artículos un Estado de bienestar en el país.

Entre los cambios principales, postulaba que Chile pasara de ser una 'república democrática' a una 'democracia paritaria', asegurando que las mujeres ocupen al menos 50% de todos los órganos del Estado.

También buscaba definir al país como un Estado plurinacional e intercultural, con el reconocimiento de 11 pueblos, que tendrían sus respectivas autonomías regionales indígenas y sistemas jurídicos de los pueblos indígenas con respeto a la Constitución.

El texto rechazado ayer proponía la introducción de una reelección para el presidente, la eliminación del Senado y su reemplazo por una 'cámara de las regiones' con menos poder que aquel y la facultad de elaborar leyes acotadas a acuerdos regionales, y mayores atribuciones a la Cámara de Diputados.