Crisis en la conducción del Pro

  • Martes, 25 de Junio de 2019 | Locales

Al Pro Chacabuco se le sumaron en pocos días el anuncio de su principal dirigente local, Jorge Muela, de que se retira de la actividad política, y el cono de sombras en el que entró Marcelo Daletto desde el sábado pasado, cuando junto a otros integrantes del sector que lidera Emilio Monzó fue marginado de integrar las listas de candidatos provinciales de Cambiemos. Ante esta situación, muchos integrantes del partido fundado por Mauricio Macri se preguntan cuál será el futuro de la agrupación a nivel local.

La no reelección de Daletto tomó por sorpresa a los militantes locales y provocó distintas reacciones.

'Marcelo se pasó de rosca', comentó un integrante del partido, en tono de broma, recordando las tasas impresas con la leyenda 'Reivindico la rosca', y un dibujo de Monzó, que Daletto estuvo regalando semanas atrás.

Ahora la pregunta es cuál será el futuro del legislador. Según su entorno, acompañará a los candidatos de Cambiemos y cumplirá su mandato como diputado hasta el 10 de diciembre, tras lo cual seguirá el rumbo que tome Monzó, que seguramente dependerá mucho de lo que suceda con los resultados electorales. De todas maneras, los pasos de Daletto no necesariamente serán seguidos por los integrantes del Pro Chacabuco.

Daletto tiene previsto viajar a nuestra ciudad en los próximos días para reunirse con la militancia del Pro y explicarle su situación, así como coordinar el rol que cumplirá el partido en la campaña electoral del distrito. Actualmente, dicha fuerza cuenta con cinco de los diez integrantes del bloque de Cambiemos, a quienes se suman muchos funcionarios del Departamento Ejecutivo, entre quienes se cuentan el secretario de Gobierno, Ignacio Orsini; la directora de Educación, Gabriela Rizzotti; la responsable de la Oficina de Información al Consumidor, Celeste Picone, y la directora de Bromatología, Rosana Navone.

La pérdida de llegada de Daletto a los gobiernos nacional y provincial deja también al gobierno municipal sin un gestor que en estos más de tres años intervino más de una vez para conseguir aportes extraordinarios que permitieran equilibrar cuentas.