Negociación contra reloj con el FMI: en 20 días vencen pagos y no hay dólares

  • Viernes, 02 de Junio de 2023 | Paí­s

El miércoles 21 Argentina deberá cancelar unos 925 millones de dólares y al día siguiente otros 1.785; sin un desembolso del Fondo Monetario Internacional, será dificil poder hacer frente a las obligaciones.

Terminó el dólar soja y las reservas si bien lograron acumular en mayo 852 millones de dólares, solo pudieron retener el 28 por ciento de los 5.087 millones que liquidó el campo. En tanto,  las reservas netas se mantienen negativas.

Observando a mediano plazo, y en lo que era el calendario original, Argentina cumpliendo las metas pautadas en el acuerdo del primer trimestre –que no cumplió, pero se están renegociando por el reconocimiento del impacto de la sequía– debía recibir un desembolso de casi 4000 millones de dólares en junio. Con ello, haría frente a los vencimientos del 21 y 22 y le quedaría un remanente para los vencimientos de julio que suman otros 2630 millones. En el pago de julio, el Tesoro ya estaría en la situacion de tener que utilizar reservas propias, porque los pagos ya sobrepasarían el desembolso. Adicionalmente, en agosto debería cancelar otros 790 millones de dólares, antes del próximo desembolso del Fondo programado en septiembre.

Esto lo sabe bien el ministro de Economía, Sergio Massa, que mientras busca conseguir aire con mayores libertades del swap chino y algún flujo de dólares para el comercio con Brasil apoyándose en las Brics, sigue atentamente las negociaciones con el Fondo que dejó en Buenos Aires a cargo de Leonardo Madcur, que es el responsable de llevar a cabo las reuniones virtuales que vienen teniendo hace varias semanas entre los equipos técnicos para la recalibración de las metas.

El Gobierno busca en primer lugar que FMI adelante todos los desembolsos del año como para ganar tiempo, serían unos 10.600 millones de dólares. En segundo lugar, la negociación además de lograr ese desembolso que confían que tarde o temprano ocurrirá, deberá buscar la manera de achicar las cuotas de pago y convertir este año también en por lo menos, un año que empate los desembolsos del FMI con los pagos del acuerdo para no presionar más a las reservas.  

El cronograma oficial de pago marca que, en 2023, a diferencia de 2022, Argentina debía cancelar un valor mayor que el que recibía del FMI. Ahora, el Gobierno debe lograr también cambiar esto en la lógica de la negociación, o ver como cancelar la diferencia, algo que en principio no parece posible, debido a los ingresos y gastos esperados del año de sequía y elecciones.

La discusión esta planteada ahora en que solicitarán los técnicos del FMI para acceder a estas peticiones, las cuales luego deben validar con los directores del Fondo. Por las dudas el Gobierno viene haciendo algunos deberes. Mientras se discuten las nuevas metas del acuerdo, se avanzó en un par de puntos que el FMI venia solicitando. Se avanzó en la quita de subsidios a la luz y el gas y se aumentó el ritmo del crawling peg, para no retrasar más el tipo de cambio. Durante mayo, el tipo de cambio mayorista subió un 7,55 por ciento, un punto porcentual más que el experimentado en abril.

La sequía sirve como excusa para la redefinición de las metas, pero en algunos casos los desvíos son bastante superiores a los que les hubiera gustado ver a los técnicos del organismo. Quienes siguen de cerca los números fiscales adelantan que el déficit para el primer semestre del año será cercano al 1,4 por ciento del PBI. La meta original del Fondo toleraba un rojo antes del pago de la deuda para todo el año del 1,9 por ciento del PBI; un objetivo inalcanzable para cualquier político, más aun, para un gobierno débil y en plena compulsa electoral. 

Se espera que, a la vuelta del viaje por China, el ministro Sergio Massa viaje a los Estados Unidos con la negociación más avanzada. En vista del calendario de vencimientos, el Gobierno se puso como meta la semana del 12 al 16 de junio para tener listo el Staff Level Agreement para que lo trate el directorio del Fondo y así oficializar el nuevo acuerdo.