Se celebraron los 230 años de la Revolución Francesa
- Lunes, 15 de Julio de 2019 | Locales

Como sucede cada 14 de julio, el aniversario de la Revolución Francesa fue recordado ayer en Chacabuco. Los festejos fueron organizados por la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos a través de una reunión en la que hubo alusiones hacia el mencionado hecho histórico. Además, se compartió un brindis y fue presentada una exposición de obras del artista plástico Nengo Núñez.
Ya el año pasado, Núñez había estado presente en la celebración del aniversario a través de una muestra titulada 'En el borde de la niebla'. En esta ocasión, presentó otras obras, dos de las cuales fueron adquiridas por la Sociedad Francesa para engrosar su pinacoteca.
'Todavía hay mucho para hacer y para aprender', expresó el profesor Mario Pintos, presidente de la institución, al referirse al 230º aniversario de la Revolución, y agregó: 'Los postulados de la Revolución Francesa no van a terminar nunca, porque siempre hay algo más que agregar, pero sigo sosteniendo que ha sido el acontecimiento de la época contemporánea más importante que hubo, desde el punto de vista histórico, porque marcó un camino'.
'Francia no se
resigna a eso'
Pintos afirmó que la Francia de hoy vive una etapa muy convulsionada, marcada por las protestas que llevan adelante los llamados Chalecos Amarillos. En su opinión, esas movilizaciones, que han alcanzado un gran fragor, 'posiblemente sean un signo de vida'.
'Francia es un país que en este momento se está convirtiendo en multirracial. Además, hay un Estado de Bienestar que, lamentablemente, en el mundo se perdió, y Francia no se resigna a eso', agregó el directivo de la institución.
Por último, afirmó que los proyectos que hay para los meses próximos son continuar con el proyecto de la biblioteca de la Sociedad y, si es posible, reiniciar en el segundo semestre del año los talleres de francés.
Durante el refrigerio, el presidente de la Sociedad Francesa aludió a lo fastuoso de los actos alusivos a la Revolución que se realizaban en la primera mitad del siglo pasado en Chacabuco. Dichas ceremonias solían comenzar por la mañana con rondas de discursos en las que participaban muchos de los integrantes de la comisión directiva y seguían luego con un almuerzo y kermeses.