Decenas de cadáveres de sábalos flotan y se acumulan en la costa del río en San Antonio de Areco. Los peces supervivientes permanecen casi inmóviles, formando grandes cardúmenes en la superficie, especialmente cerca del Puente Viejo. «Esto sucede por la falta de oxígeno en el agua», explica el biólogo Nahuel Pallitto. La situación es más grave en Carmen de Areco, a 40 kilómetros, donde el balneario municipal, declarado Parque Ambiental, presenta un lecho que huele a pescado podrido.
Según consigna el portal Primera Plana, vecinos como Lucas Larroque recuerdan con nostalgia los días en que disfrutaban del río, ahora afectado por la mortandad de peces. Este problema ha llevado a la cancelación de eventos y torneos de pesca en la zona. La muerte de peces, que se ha vuelto más frecuente en los últimos meses, se ha registrado ya cuatro veces este año. En los últimos dos veranos, además de los peces muertos, se ha observado la aparición de cianobacterias, lo que ha alejado a los bañistas y pescadores.
El grupo «Somos el Río» ha logrado que la autoridad provincial clausure parcialmente un frigorífico, Bajo Cero S.A., señalado por no tratar adecuadamente sus desechos antes de verterlos al agua. Un estudio científico, liderado por la doctora en biología Carolina Aronzon y realizado por el Conicet y la Universidad de San Martín, ha descrito la calidad del agua en la cuenca del río Areco como «alarmante». Las pruebas mostraron alta letalidad en renacuajos expuestos al agua, especialmente cerca de la desembocadura del arroyo Tatay.
Contaminación Multicausal
El deterioro de las aguas no se debe solo al frigorífico. Otros factores incluyen la saturación de una planta de tratamiento de residuos municipales, restos de otros frigoríficos y mataderos, un basural cercano y desechos agrícolas. Fernando Silvestri, comerciante de 50 años, y otros vecinos destacan la creciente frecuencia de las muertes de peces, especialmente en primavera y verano, cuando las especies del Paraná desovan en el río Areco.