En el portal agropecuario Bichos de Campo se publicó ayer un documento escrito por el ingeniero José Luis Tedesco, referente La Libertad Avanza en Chacabuco, en torno a un tema que hoy es motivo de debate entre productores de punta, especialistas y técnicos relacionados con la soja.
Quien disparó la polémica fue Gustavo Idígoras, ejecutivo de Ciara-CEC, una entidad que agrupa a empresas que canalizan más del 60 por ciento de las exportaciones de soja de la Argentina.
En declaraciones periodísticas, Idígoras planteó un muy pesimista escenario sobre el sector agroexportador argentino y vaticinó que el mismo –principal abastecedor de dólares de exportación a la economía– “va al fracaso total”. También consideró que en el futuro “desaparecerá la soja” y que la Argentina es “un jubilado de la agricultura” debido a las políticas erradas en la materia, entre las que incluyó a las del gobierno de Javier Milei. Asimismo, aseguró que “si Argentina sigue así no va a producir más de 15/20 millones de toneladas de soja por año y Bolivia nos va a arrasar y pasar por arriba, ya que en los últimos quince años creció su producción en 400 por ciento y Argentina cero”.
Tedesco, junto a Guillermo Devereux, con el que es socio en la agencia Sustentia Group Consultores, señalaron la existencia de una “falla genética e histórica en la gobernanza del Estado argentino” que da lugar “a que ciertos sectores de la economía nacional impulsen las políticas de Estado en beneficio del propio sector”.
“Esto debería cambiar en la cadena de originación y transformación de bienes agropecuarios si tenemos en cuenta que el nuevo gobierno, por sus principios declarados, plantea evitar la intromisión del Estado en asuntos privados”, agregaron. Además, consideraron que lo expresado por Idígoras es “dramática y alarmista”.
“Quienes estamos ligados a la producción agropecuaria sabemos perfectamente que la soja no va a desaparecer en Argentina y si la industria aceitera fracasa, debido a que Brasil se viene posicionando como el principal exportador global de harina de soja, deberán evaluar las fallas propias en la competitividad”, agregaron.
Los firmantes del documento expresaron que Argentina tiene “grandes temas pendientes, como la eliminación de los impuestos a las exportaciones, los diferenciales del tipo de cambio, la abundante mala logística y deficiente infraestructura, pero sigue siendo unos de los mejores y más eficientes originadores del mundo”.
“Si el negocio se vuelve desfavorable para los traders a nivel global es harina de otro costal, pero mientras exista demanda global de soja, va a existir la oferta global de soja y Argentina es hoy el tercer productor y exportador de soja y sus derivados a nivel mundial”, expresaron Tedesco y Devereux, y recordaron que “aunque Bolivia y Paraguay hayan crecido muy fuertemente en los últimos tiempos, sólo producen el 6,4 y el 20 por ciento respectivamente de lo que produce Argentina”.
“Como espejo de lo anteriormente dicho, una de las formas más competitivas de originar granos sucede en Argentina, por ello muy a pesar de las pésimas políticas agropecuarias sufridas durante dos décadas, el sector agro originador creció discretamente y se mantuvo. Lo hizo por debajo de su potencial, pero sigue siendo un actor mundial relevante en la producción de soja. Solo hay que sacarle el pie de encima para que desarrolle todo su potencial. Mientras que al sector transformador industrial le tocará discutir en sus propias mesas sus problemas, sin promover alarmismos extemporáneos”, señalaron luego los integrantes de la consultora Sustentia Group, que en el final expresaron: “Diversas cámaras tuvieron grandes ingresos adicionales debido al diferencial de derechos de exportación y del tipo de cambio durante larguísimos años. Para propiciar el crecimiento del agro es fundamental consagrar la igualdad ante el marco legal y tener un escenario de 0 por ciento de diferencial del tipo de cambio y 0 por ciento de nivel de retenciones. Si esto ocurre tal como se anuncia desde el Gobierno, tendremos soja para rato, además de muchas otras producciones”.
