Días pasados, la Estación Hidrobiológica de Junín, dirigida por la médica veterinaria Viviana Lobato, dio un paso significativo en la recuperación de la fauna acuática de la región al recibir 60.000 ovas de pejerrey. Estas fueron donadas por el Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires y retiradas de la Estación Hidrobiológica de Chascomús, donde Lobato viajó acompañada por personal del Club de Pescadores de Junín.
La iniciativa, gestionada por la Subsecretaría de Desarrollo Económico del Gobierno de Junín, tiene como objetivo la siembra de estas ovas en las Lagunas de Gómez y Carpincho.
La llegada de estas ovas es particularmente relevante debido a la crítica situación de la Laguna de Gómez, la cual ha experimentado una disminución significativa de su nivel de agua debido a la sequía prolongada que afecta a la región. Este fenómeno ha llevado a una reducción considerable de la población de peces, lo que amenaza la biodiversidad local y las actividades recreativas y económicas vinculadas a la pesca deportiva.
Las ovas, que serán incubadas en el Club de Pescadores de Junín antes de ser trasladadas a las lagunas, se sumarán a las que ya se reproducen en la Estación Hidrobiológica de Junín. Este esfuerzo conjunto tiene como fin aumentar la población de pejerrey, una especie emblemática y de gran relevancia ecológica y económica en la región. Además, se busca fomentar una regeneración efectiva y sostenida de las especies de peces en el ecosistema de la Laguna de Gómez
Para asegurar el éxito de este proyecto, los técnicos de la Estación Hidrobiológica han llevado a cabo análisis de plancton en la Laguna de Gómez. Mediante el uso de mallas de zooplancton, detectaron una cantidad y calidad óptima de este recurso fundamental, lo cual resulta prometedor para la incubación y el desarrollo de las ovas de pejerrey. La abundante presencia de zooplancton sugiere que las larvas de pejerrey encontrarán un ambiente favorable para su crecimiento, ya que se espera que no tengan que competir con otras especies debido a la reciente mortandad de peces ocasionada por la sequía.
Durante la etapa de incubación, el personal de la Estación Hidrobiológica lleva a cabo tareas de mantenimiento y control sanitario para proteger las ovas de posibles amenazas, como hongos y otras enfermedades. Estos cuidados son esenciales para asegurar la eclosión exitosa de las larvas y su posterior siembra en la Laguna de Gómez y Carpincho, un proceso que se monitorea cuidadosamente para maximizar las posibilidades de supervivencia de los nuevos ejemplares.
Este esfuerzo por revitalizar las lagunas de Junín no solo subraya la importancia de la conservación ambiental, sino que también destaca el compromiso de las autoridades y la comunidad local con la protección de los recursos naturales. La siembra de ovas de pejerrey es un paso crucial hacia la recuperación de las lagunas, en un contexto donde el cambio climático y sus efectos adversos han impactado de manera directa en el ecosistema de la región.