Organizaciones sociales, gremiales y políticas, junto a miles de personas autoconvocadas, volvieron a protagonizar una masiva manifestación en defensa del presupuesto universitario. Las marchas se dieron en todo el país, pero el epicentro fue la plaza de los Dos Congresos, donde se leyó el documento final. “Promulgue la Ley de Financiamiento Universitario”, se exigió en el texto, leído por la presidente de la Federación Universitaria Argentina, Piera Fernández.
La convocatoria arrancó temprano y ya hacia el mediodía había mucha gente en la Plaza. Los manifestantes fueron docentes y no docentes, profesores e investigadores de la casa de altos estudios; militantes, gremiales, políticos y de organizaciones sociales. Y también miles y miles de personas que no pertenecen a la comunidad educativa, pero expresaron su apoyo a la universidad por su rol en la movilidad social argentina.
Muchos de los carteles expresaban la trayectoria de quienes nacieron en hogares humildes, de familias sin educación formal y llegaron a tener un título que les permitió progresar gracias a la universidad pública. Las primeras generaciones de egresados, numerosas, sobre todo en las universidades del Conurbano, tuvieron un protagonismo especial.
En los alrededores del Congreso, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich desplegó un nutrido operativo de seguridad e hizo colocar vallados para impedir que se rodee al Congreso. Pero debido a la masividad de la manifestación, no pudo aplicar el llamado protocolo antipiquetes, pese a que había amenazado con hacerlo.
Con Javier Milei en baja en las encuestas, varios dirigentes políticos se presentaron en la manifestación: desde Cristina Fernández, que bajó a saludar a los manifestantes en la puerta del Instituto Patria, donde recordó que su padre era colectivero, pero ella abogada y su hermana médica, gracias a la universidad, hasta Sergio Massa, que apareció rodeado de jóvenes que cantaban “Vamos a volver”.
El radical, Martín Lousteau encabezó una columna de su partido, que tendrá un rol clave en Diputados para sostener la ley que Milei vetará hoy, a más tardar.
Otro líder radical presente fue el senador Maximiliano Abad, que dijo que se trató de “mucho más que una manifestación sectorial: es la declaración de principios de un pueblo unido, la educación no se veta”.
También se la pudo ver a Elisa Carrió y, en el otro extremo del arco ideológico, a Pablo Moyano. El gobernador Áxel Kicillof expresó su apoyo desde México, donde participa en la asunción de Claudia Sheinbaum como presidente, pero varios de los ministros de su Gabinete se hicieron presentes en la Plaza.
Marcha “política”
El Gobierno, por su parte, calificó de “política” a la marcha y trató de correr del eje a la discusión presupuestaria y deslegitimar el reclamo salarial.
El ministro de Planificación, Federico Sturzenegger, dijo que los docentes recibieron subas salariales superiores al promedio de los estatales, lo que fue rechazado por el vicerrector de la UBA, Emiliano Jacobitti; Bullrich dijo que la protesta forma parte de un “golpe” que se prepara contra el gobierno para “noviembre o diciembre”, el propio Milei compartió muchos mensajes de redes en los que se cuestionó a las universidades, en línea con su idea de vetar toda ley que no explicite los recursos necesarios para ser aplicada o comprometa el equilibrio fiscal.
En el documento de cierre se refutó explícitamente esa última cuestión: “Esta ley, aprobada por el Congreso en un acto de responsabilidad y compromiso, le da al sistema universitario previsibilidad presupuestaria y a la crítica situación salarial, una respuesta, estableciendo un piso de incremento acorde a la inflación y recuperando el poder adquisitivo del salario. Es una ley que resuelve los problemas responsablemente porque no compromete fiscalmente al Estado, demanda solamente el 0,14 por ciento del PBI para su implementación”, leyó Piera Fernández.
En el documento también se pidió que “se reconsidere el presupuesto 2025” porque, si no, “la situación de las universidades y el sistema científico será mucho más grave”.
Como habían señalado durante la jornada representantes de los trabajadores y los profesores, mencionaron la posibilidad de cierre de universidades.
“Lo que estará en juego es su continuidad, ni más ni menos que eso. Nunca antes lo solicitado por el sistema universitario estuvo tan lejos de lo que el Gobierno propone para su tratamiento. Tan solo la mitad de los recursos reclamados, mínimos para funcionar, fueron contemplados, sin siquiera prever la inflación acumulada en 2024, y menos aún la proyectada por el propio Gobierno para el próximo año. Un presupuesto es ante todo una declaración de principios, y los principios que se desprenden de la propuesta difieren sustancialmente de los que entendemos el país debe priorizar para resolver sus problemas estructurales”, indica el texto.
El documento concluyó con una arenga contundente ante la multitud congregada en la plaza del Congreso: “Sigamos defendiendo a la universidad pública, gratuita, libre, laica, siempre. ¡No al veto!”.
Confirma el veto
Javier Milei confirmó el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, a la que calificó de “irresponsable”, al tiempo que incluyó en la misma crítica a Cristina Fernández, Sergio Ma-ssa, Elisa Carrió, Martín Lousteau y Horacio Rodríguez Larreta, a quienes acusó de intentar obstruir el plan económico del Gobierno por su participación en la marcha de ayer.
En un duro comunicado de la Oficina del Presidente, Milei reiteró que no aceptará leyes que no contemplen su financiamiento y le pidió a los legisladores que “entiendan que no pueden hacer populismo demagógico con los recursos de quienes pagan los impuestos, y comiencen a actuar con la responsabilidad que exige este momento histórico”.
Al ratificar el veto a la ley que asegura el financiamiento de las universidad hasta fin de año, Milei aseguró que “el lugar para discutir” ese punto es “el Presupuesto 2025”.