El 42° aniversario del hundimiento al Crucero General Belgrano fue recordado ayer a través de un acto en el que se rindió homenaje a Rubén Darío Caticha y Luis Roberto Díaz, los dos chacabuquenses que fallecieron como consecuencia del ataque a esa nave. La ceremonia se llevó a cabo en la plaza Belgrano y contó con los mensajes de los excombatientes Marcelo Semento y Mario Feroldi, y de la subsecretaria de Cultura, Julieta Pederzoli. Además, fue colocada una ofrenda floral ante el monolito que se hizo en memoria de los veteranos de guerra.
Aquel 2 de mayo de 1982, todo indica que Díaz falleció durante el ataque, mientras que Caticha murió en las horas posteriores. En el Crucero también viajaban Juan Carlos Daluisio y Pedro Correa, este último de Rawson, que lograron sobrevivir.
El acto comenzó con una bendición del padre Darío Kling. Luego habló Semento, que recordó a los chacabuquenses fallecidos.
“Queremos rendir nuestro modesto homenaje a ellos y a sus familiares y manifestar de todas las maneras posibles que quienes regresamos luego de haber tenido el honor de participar en estos históricos hechos tenemos el compromiso de mantener viva la llama de aquella gesta, que va más allá de los resultados de la batalla y de las circunstancias políticas de entonces”, dijo Semento en una parte de su discurso.
“Poco honor”
Por su parte, Feroldi cuestionó la falta de avance de las causas judiciales relacionadas con torturas y vejaciones que militares argentinos realizaron durante la guerra contra soldados de sus propias tropas.
“Trasladaron a las islas sus métodos de tortura, estaqueamientos y violaciones a los derechos humanos”, dijo el excombatiente, y señaló que hay más de cien causas iniciadas por denuncias de soldados.
Más adelante, afirmó que el gobierno de Javier Milei le hace “poco honor” a los caídos durante la guerra “al expresar su admiración por Margaret Thatcher, que fue quien dio la orden de hundir al Crucero, aún cuando estaba fuera del área de exclusión, y llevarse la vida de nuestros compañeros”.
Por último, fue el turno de la subsecretaria Pederzoli, que recordó que el ataque al Crucero, por el hecho de hallarse fuera de la zona de exclusión, es considerado un “crimen de guerra”. Asimismo, señaló que el hundimiento se produjo a través del lanzamiento de tres torpedos. Acerca de esto, señaló que las primeras denuncias ante organismos nacionales e internacionales las hicieron en 1993 familias de marineros que fallecieron por el ataque. Los reclamos continuaron en años siguientes.
“De 1.093 tripulantes que tenía el Crucero, sobrevivieron 770 y fallecieron 323”, manifestó la subsecretaria, que mencionó las amenazas posteriores que sufrieron de parte de sus superiores quienes pudieron salvarse, para mantener silencio en torno a lo ocurrido “y volver a sus casas como si nada hubiese pasado”.
“La política y la sociedad argentina le dio la espalda a los excombatientes durante mucho tiempo”, expresó más adelante Pederzoli, que destacó las acciones de “dignificación” que hubo más adelante, así como también que se haya avanzado en las negociaciones que permitieron identificar los restos de soldados argentinos que se encuentran en el cementerio de Darwin.
El acto comenzó pasadas las cuatro de la tarde, luego de que a las 16.01, la hora en que se lanzó el primer torpedo contra el Crucero Belgrano, el Cuartel de Bomberos Voluntarios hizo sonar la sirena en memoria de los fallecidos.